jueves, septiembre 06, 2012

En sueño

Por Miriam Badillo



Sabes que no estás dormida. Estás recostada en tu sofá y sientes el haz de frío que se cuela por la cortina, pero no tienes las fuerzas para remediarlo, quieres seguir inmóvil, con los ojos cerrados, en la penumbra. Distingues el caer de la lluvia, los pasos en la calle, sonidos lejanos: ¿música? ¿televisores encendidos? ¿pláticas de sobremesa? Sientes la rigidez de tu cuerpo, el leve dolor de los hombros y el cuello, los dientes apretados, te mueves un poco, tratas de relajarte, sueltas los brazos, dejas caer el cojín en que se apoya tu cabeza, quieres que tu espalda se alinee por completo, no quieres cargar tu peso dolorido. Tus ojos siguen cerrados, todo ese movimiento te resulta casi ajeno. La sensación de lo que te rodea es densa y sólida, los muebles, los libros que están sobre la mesa de centro, la lámpara de pie, la mesa del comedor. Todo se dibuja en tu mente con claridad. Percibes la presencia de todo eso que está ahí, pero también de lo que no: esos ángeles de la nada que cruzan las habitaciones vacías o silenciosas, en este caso en penumbra. Eres su testigo equívoco. De pronto la sensación de tu cuerpo se vuelve casi insoportable, es como si crecieras con desmesura y no hubiera lugar suficiente para ti en este mundo. Pero eso pronto termina y ahora sólo quieres buscar algo de placer en el recuerdo de ciertas caricias, rasguñas dentro de los recuerdos, los sacas a la superficie de tu piel, todo se vuelve cálido, te sientes cómoda, todo es ligero, tu cuerpo no experimenta gravedad alguna, percibes con nitidez el aroma de tu cabello, la suavidad de tus uñas, la hospitalidad de tu sofá. Tal vez ahora sí estés dormida, tal vez esto sí sea un sueño. Cuando abres los ojos, no lo sabes con certeza.    

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Comments:
Estaba leyendo a un autor que citaba el siguiente fragmento de Baudelaire y recordé este post:

"Un cuarto que recuerda un ensueño, una sala verdaderamente espiritual, donde la atmosfera, estancada, tiene un ligero tinte rosa y azul.

El alma se da un baño de pereza, aromatizado por la añoranza y el deseo. Es algo crepuscular, azulado y rosáceo, un ensueño de voluptuosidad durante un eclipse"

Tendrán alguna relación?

 
Mi querido, falso Abraxus, parece los poderes del azar son insuperables: justamente por estos días me encuentro estudiando ese texto de Baudelaire, "La chambre double"...tengo una fascinación por el ensueño...nunca se sabe, tal vez cuando escribí este texto, el de Baudelaire me rondaba sin saberlo.
 
El azar como recurso del ser humano para romper con el determinismo de la naturaleza es inquietante y muchas veces subestimado, que agradable coincidencia.

Estoy convencido de que el ensoñar es herramienta importantisima para lograr la simple aprehensión.

El domingo leí:
“All human beings are also dream beings. Dreaming ties all mankind together.”


 
Gracias, Abraxus. Tu decir sin decir siempre viene bien.
 
Me atrapo "En sue#o"... Por la descripcion de la atmosfera, sobre todo la penumbra, me hace pensar que ella se encuentra de un departamento similar al de Etienne en la pelicula "La lapidacio de Saint Esteve". Salut!... Gerardo
 
Puse "Saint" y es "Sant"... pardon!
 
"soy como alguien que buscase distraidamente lo que, en el sueño entre la busca, olvidó ya lo que era"

anónimo:
•desconocido, ignorado, incógnito, misterioso, enigmático, secreto

 
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